La construcción húmeda, que incluye técnicas como la mampostería y el uso de hormigón, presenta desafíos significativos en términos de impacto ambiental. La extracción de materiales, el consumo de agua y la generación de residuos son aspectos críticos a evaluar. Además, el proceso de curado y secado puede liberar compuestos volátiles que afectan la calidad del aire. Para mitigar estos efectos, es esencial implementar prácticas sostenibles, como el uso de materiales reciclados y sistemas de gestión de residuos. La evaluación del impacto ambiental en estas construcciones es fundamental para avanzar hacia un sector más responsable y sostenible.

El control de humedad y ventilación en construcción húmeda es fundamental para garantizar la durabilidad y la salud de los edificios. La humedad excesiva puede provocar problemas como moho, deterioro de materiales y afectaciones en la calidad del aire. Es esencial implementar sistemas de ventilación adecuados que permitan el intercambio de aire y la reducción de la humedad interior. Además, utilizar materiales resistentes a la humedad y aplicar técnicas de construcción que minimicen la infiltración de agua son prácticas recomendables. Un diseño adecuado y un mantenimiento regular son claves para prevenir problemas a largo plazo.

La construcción húmeda, que incluye procesos como la albañilería y el enyesado, genera una cantidad significativa de residuos. Para mitigar este impacto ambiental, es crucial adoptar estrategias efectivas. Entre ellas, la optimización del diseño para reducir desperdicios, la implementación de técnicas de prefabricación y el uso de materiales reciclables. Además, fomentar la formación de los trabajadores en prácticas de gestión de residuos y promover la colaboración con proveedores que prioricen la sostenibilidad son pasos esenciales. Estas acciones no solo contribuyen a la reducción de residuos, sino que también mejoran la eficiencia y la rentabilidad de los proyectos de construcción.

La «Guía Completa sobre Diseño de Encofrados en Construcción» es un recurso esencial para profesionales del sector. Este documento aborda los principios fundamentales del diseño de encofrados, incluyendo materiales, tipos de encofrados y técnicas de montaje. Además, se discuten aspectos clave como la seguridad, la eficiencia en el uso de recursos y la planificación adecuada. Con ejemplos prácticos y recomendaciones basadas en normativas vigentes, esta guía busca optimizar procesos constructivos, garantizando estructuras seguras y de calidad. Es una herramienta valiosa tanto para ingenieros como para arquitectos y contratistas en su labor diaria.

La impermeabilización en construcción húmeda es esencial para prevenir filtraciones y daños estructurales. Este proceso implica el uso de materiales y técnicas especiales que crean una barrera efectiva contra la humedad. Los fundamentos incluyen la selección adecuada de productos, como membranas, selladores y recubrimientos, así como la correcta preparación de superficies. Además, es crucial considerar el diseño y la ubicación de elementos de drenaje para garantizar un sistema eficiente. La impermeabilización adecuada no solo prolonga la vida útil de la edificación, sino que también mejora el confort interior y la salud de sus ocupantes.

La eficiencia energética en viviendas de construcción húmeda es un aspecto crucial para reducir el consumo energético y minimizar el impacto ambiental. Este tipo de construcción, caracterizada por el uso de materiales como la adobe o el hormigón, puede optimizar su rendimiento energético a través de técnicas adecuadas de aislamiento y ventilación. Implementar sistemas de energía renovable, como paneles solares, y utilizar electrodomésticos de bajo consumo también son estrategias efectivas. Además, el diseño bioclimático, que considera el clima y la orientación de la vivienda, puede mejorar significativamente el confort térmico y disminuir la dependencia de fuentes energéticas convencionales.

La normativa CIRSOC 104 en Argentina regula las condiciones de diseño y construcción de estructuras en zonas húmedas, especialmente aquellas expuestas a la acción del agua. Esta normativa establece criterios que buscan garantizar la seguridad, durabilidad y funcionalidad de las edificaciones en ambientes con alta humedad, considerando factores como el tipo de suelo, el drenaje y los materiales adecuados. Su cumplimiento es fundamental para prevenir problemas estructurales y asegurar la sostenibilidad de las construcciones en estas áreas, promoviendo así un desarrollo urbano más resiliente y eficiente.

La optimización del hormigón en construcción húmeda es crucial para mejorar la durabilidad y resistencia de las estructuras. Este proceso implica ajustar la proporción de agregados, cemento y agua, así como incorporar aditivos que faciliten el manejo y la fraguado del material. La implementación de técnicas adecuadas, como el control de la temperatura y la humedad, puede minimizar la aparición de fisuras y mejorar la cohesión. Además, el uso de mezclas sostenibles y recicladas contribuye a reducir el impacto ambiental, haciendo de la optimización del hormigón una práctica esencial en la construcción moderna.

Las Normas IRAM son fundamentales para garantizar la calidad en los procesos de construcción en Argentina. Estas normas establecen criterios claros para la planificación, ejecución y supervisión de obras, asegurando que se cumplan los estándares de seguridad y durabilidad. La certificación en control de calidad, a través de la aplicación de estas normas, permite a las empresas demostrar su compromiso con la excelencia y la mejora continua. Además, fomenta la confianza entre los consumidores y los profesionales del sector, contribuyendo al desarrollo sostenible de la infraestructura en el país.

La construcción húmeda en viviendas ofrece múltiples beneficios que la hacen una opción atractiva para desarrollos residenciales. Este método, que utiliza materiales como mortero y hormigón, proporciona mayor resistencia estructural y durabilidad. Además, facilita un mejor control de la humedad interna, lo que contribuye a un ambiente más saludable. La construcción húmeda también permite un acabado estético más versátil y se adapta bien a diversas condiciones climáticas. Asimismo, su capacidad para integrar elementos sostenibles puede mejorar la eficiencia energética de las viviendas, reduciendo costos a largo plazo.