El acero corten, también conocido como acero de baja aleación, es un material que se caracteriza por su resistencia a la corrosión atmosférica. Su apariencia oxidada no solo le confiere un aspecto estético atractivo, sino que también forma una capa de óxido que protege al metal subyacente de un desgaste adicional. Este tipo de acero se utiliza ampliamente en la arquitectura y el diseño paisajístico, siendo popular en esculturas y estructuras al aire libre. Su durabilidad y bajo mantenimiento lo convierten en una opción ideal para proyectos que buscan integrar elementos naturales y modernos en su diseño.

El acero galvanizado es un tipo de acero que ha sido recubierto con una capa de zinc para protegerlo de la corrosión. Este proceso, conocido como galvanización, se realiza mediante inmersión en caliente o electrogalvanización. Gracias a su resistencia a la oxidación, el acero galvanizado se utiliza ampliamente en la construcción, la fabricación de muebles y en aplicaciones industriales. Su durabilidad y bajo mantenimiento lo convierten en una opción popular para estructuras expuestas a condiciones climáticas adversas. Además, el acero galvanizado es reciclable, lo que lo hace una opción sostenible en comparación con otros materiales.

El acero inoxidable 316L es una aleación de acero que contiene níquel, cromo y molibdeno, lo que le confiere una excelente resistencia a la corrosión. Este material es particularmente valorado en entornos marinos y en la industria química debido a su capacidad para resistir la oxidación y la corrosión provocada por ácidos. Su bajo contenido en carbono lo hace ideal para aplicaciones que requieren soldaduras, ya que minimiza la sensibilidad a la corrosión intergranular. Por estas características, el acero inoxidable 316L es ampliamente utilizado en la fabricación de equipos médicos, componentes industriales y estructuras arquitectónicas.

El acero inoxidable duplex es una aleación que combina características de acero inoxidable austenítico y ferrítico, lo que le confiere una resistencia superior a la corrosión y una mayor dureza. Este material se caracteriza por su microestructura de dos fases, que le permite soportar altas tensiones y temperaturas extremas. El uso del acero inoxidable duplex es común en aplicaciones industriales, como en la fabricación de tuberías, tanques y componentes de maquinaria, especialmente en entornos agresivos como plantas químicas y plataformas offshore. Su versatilidad y durabilidad lo convierten en una opción preferida en diversas industrias.

La aislación reflectiva es un sistema de aislamiento térmico que utiliza materiales con propiedades reflectivas para reducir la transferencia de calor. Funciona principalmente reflejando la radiación térmica, lo que ayuda a mantener una temperatura constante en espacios interiores. Este tipo de aislación es especialmente efectivo en climas cálidos, ya que minimiza el calentamiento de los ambientes. Se emplea comúnmente en techos, paredes y suelos, y puede combinarse con otros métodos de aislamiento para mejorar su eficacia. Su uso no solo contribuye al confort térmico, sino que también puede traducirse en un ahorro energético significativo.

El aislamiento celulósico es un material sostenible utilizado en la construcción y rehabilitación de edificios. Fabricado a partir de pulpa de papel reciclada, este tipo de aislamiento destaca por sus propiedades térmicas y acústicas, así como por su capacidad para regular la humedad en el interior de los espacios. Su aplicación contribuye a la reducción del consumo energético y a la mejora del confort ambiental. Además, al ser un producto ecológico, su uso favorece la sostenibilidad en la edificación, alineándose con las tendencias actuales hacia una construcción más responsable y respetuosa con el medio ambiente.

El aluminio anodizado es un proceso electroquímico que aumenta la resistencia a la corrosión y el desgaste del aluminio. Al aplicar una capa de óxido en la superficie, se mejora su durabilidad y se le puede dar una variedad de acabados estéticos. Este tratamiento es común en aplicaciones industriales, arquitectónicas y de diseño, ya que además de proteger el metal, permite una amplia gama de colores. El aluminio anodizado no solo es ligero y resistente, sino que también es reciclable, lo que lo convierte en una opción sostenible en diversas industrias.

La «barrera de vapor» es un material utilizado en la construcción para prevenir la penetración de humedad en los espacios interiores de un edificio. Su función principal es bloquear el paso del vapor de agua, lo que ayuda a evitar problemas de condensación y moho. Generalmente, se coloca en el lado cálido de las paredes, techos y suelos. Existen diferentes tipos de barreras de vapor, como películas de polietileno y membranas especiales, que varían en su eficacia y aplicación dependiendo del clima y las condiciones específicas de cada proyecto de construcción.

La bentonita sódica es un tipo de arcilla natural que se caracteriza por su alta capacidad de absorción y expansión al contacto con agua. Comúnmente utilizada en la industria de la construcción, el sector agrícola y la producción de productos cosméticos, esta arcilla se destaca por sus propiedades de succión, lo que la convierte en un material eficaz para el sellado y la estabilización del suelo. Además, su capacidad para retener nutrientes la hace valiosa en aplicaciones agrícolas, mejorando la calidad del suelo y promoviendo el crecimiento de las plantas. Su versatilidad la convierte en un recurso esencial en diversas aplicaciones industriales.

El cemento blanco es un material de construcción que se caracteriza por su color claro y su alta calidad. Se produce utilizando materias primas puras, lo que le confiere una mayor resistencia y durabilidad en comparación con el cemento gris convencional. Este tipo de cemento se utiliza principalmente en proyectos arquitectónicos que requieren un acabado estético, así como en la fabricación de prefabricados y elementos decorativos. Además, su capacidad para reflejar la luz lo hace ideal para climas cálidos, contribuyendo a la eficiencia energética de las edificaciones. Su uso, sin embargo, puede ser más costoso que el cemento tradicional.